En el marco de la conmemoración del Día de la Cero Discriminación, la Fundación Avon para las Mujeres invita a reflexionar sobre la situación actual del país para entender la problemática y proponer ejercicios que impulsen a las empresas a trabajar en la equidad de género y cero tolerancias a la estigmatización y desigualdad hacia la diversidad. Desde el inicio de la pandemia la desigualdad, discriminación y violencia de género ha venido en un alarmante aumento. Es por ello que a propósito de esta fecha es importante crear un movimiento mundial de solidaridad para poner fin a cualquier forma de exclusión.
“En general las cifras y el sentimiento apuntan a que son las mujeres indígenas, afro y pertenecientes a diferentes etnias quienes, en espacios laborales, en la comunidad LGBTIQ+ y en la población venezolana están en el centro de problemáticas discriminatorias, que van desde falta de acceso a la fuerza laboral como violencias de género. Desde la Fundación Avon para las Mujeres seguimos generando espacios de formación y sensibilización para contribuir a eliminar estos flagelos que afectan a las mujeres porque entendemos de primera mano que la violencia de género afecta no solo a una población, sino a toda la sociedad” – aseguró Carolina Henao Restrepo, directora ejecutiva de la Fundación Avon para las Mujeres.
La violencia de género continúa siendo una problemática transversal que enfrentan las mujeres en todos los espacios que conviven. De acuerdo con Medicina Legal, durante el año 2021, 717 mujeres fueron asesinadas en el país, se practicaron 15.442 exámenes médico legales por presunto delito sexual y en promedio cada hora, 3,2 mujeres fueron víctimas de violencia por parte de su pareja o expareja.
Por otro lado, la comunidad LGBTIQ+, especialmente las mujeres transgénero, las de género diverso y las intersexuales, se enfrentan a formas complejas de discriminación, así mismo aquellas que pertenecen a diferentes comunidades étnicas. Hechos que se han dado por factores desencadenantes de vulneración de derechos, algunos como la pobreza y otros derivados por la presencia de grupos armados y dinámicas de criminalidad.
De acuerdo con la ONU, para poder hacer frente a esta problemática es necesario reformar las leyes y políticas que propician la discriminación por motivos de género y que pueden desencadenar en violencia. Desde la Fundación Avon para las Mujeres existe el firme compromiso de contribuir a eliminar las violencias contra las mujeres con programas como “Por mí, por ti, por los dos” un programa dirigido a la prevención de las violencias en las relaciones de pareja de las y los adolescentes y que ha logrado impactar a más de 5.000 personas entre adolescentes, líderes en territorio y docentes de las Instituciones Educativas. Además, el año pasado en el marco de los 16 Días de Activismo para erradicar la violencia de género se creó la campaña #SINOHAYSÍESNO que busca hacer visibles situaciones en las que el consentimiento es clave para detectar violencias que, en algunos casos están naturalizadas o no son visibles en la sociedad.
Así como la violencia continúa afectando a las mujeres, la brecha en el mundo laboral continúa ampliándose. De acuerdo con la Cepal, el coronavirus generó un retroceso de más de una década en los niveles de participación laboral de las mujeres en la región.
Por su parte, en Colombia, aunque la brecha de desempleo ha venido disminuyendo desde el año pasado, la población femenina registra el doble del desempleo que la población masculina de acuerdo con el Dane, fenómeno que es llamado “feminización de la pobreza”. Este fenómeno se ha dado, entre muchas razones, porque la mujer se ha visto obligada a asumir el rol de ama de casa para apoyar la educación virtual de sus hijos.
Si bien la discriminación aún no es “cero” en Colombia y las problemáticas se acrecentaron para las mujeres en los últimos dos años, existen valiosas herramientas para mejorar las condiciones de las personas y desarrollar ejercicios de equidad de género que apoyen estas poblaciones vulnerables.
*Comunicado de prensa