“Boy Erased” es una película basada en una historia verídica de opresión, castigo y condena que intenta revertir aquello que atenta contra el mensaje divino, el dogma religioso y las convicciones anacrónicas de un pueblo conservador de los Estados Unidos.
El próximo 14 de agosto a las 8PM MX/COL/PAN Studio Universal presentará “Boy Erased”, un drama que pone bajo la lupa los prejuicios propios de una comunidad conservadora y, en particular, de una familia baptista que se niega a aceptar la inclinación sexual de uno de sus integrantes aplicando despiadados métodos de conversión.
Jared (Lucas Hedges) es el hijo de un pastor en una pequeña localidad de Estados Unidos. Con 19 años, el joven decide contarles a sus padres, Nancy (Nicole Kidman) y Marshall (Russell Crowe), que es homosexual. A partir de ese momento tendrá que afrontar un ultimátum: asistir a un programa de terapia para intentar redirigir sus tendencias sexuales o vivir desterrado y repudiado por su familia, sus amigos y su fe.
Cuando la realidad supera a la ficción…
Esta producción cinematográfica está basada en el cruel testimonio de Garrard Conley, autor de “Boy Erased: A Memoir of Identity, Faith and Family”, quien vivió en primera persona la atrocidad que relata la película y cuyo libro expone los detalles del tratamiento indigno al que fue sometido.
Diez años transcurrieron para que Garrard Conley pudiera superar sus temores y decidiera escribir los pormenores de la “terapia” que lo obligaron a afrontar. Como muchos supervivientes de una experiencia tan traumática, el escritor no podía apartar el sentimiento de culpabilidad, vergüenza y remordimiento por algo que de ningún modo podía controlar.
Gracias a las redes sociales empezó a leer un sinfín de relatos escritos por otras personas que vivieron situaciones similares. A partir de ello, se dio cuenta de que compartir su historia no era una opción, sino una necesidad. Tomó las riendas de sus miedos y canalizó toda su energía para dar vida a su obra. Gracias a ello, Garrard Conley había hecho lo que nadie antes: poner cara, nombre y voz a hechos inhumanos. Al hacerlo lanzó un salvavidas a otros jóvenes y adultos que habían pasado por lo mismo.
“Hay una única razón por la que realizo esta labor de activismo: evitar que otras personas tengan que pasar por esto mismo y puedan alzar su voz», concluye Garrard Conley.
*Comunicado de prensa