Durante doce años Disco Jaguar ha sido la sede más salvaje de la movida en Chapinero. Ubicado sobre la vía más importante de la capital, la carrera séptima, este espacio ha rugido durante cientos de lunas sobre el asfalto y las luces de esta jungla de concreto, caracterizándose por pensar de manera alternativa los espacios de fiesta y permitiendo que sus asistentes sean partes de un concepto de rumba que escapa de las convenciones. Apostando por fiestas temáticas y actos en vivo, Disco Jaguar se ha convertido en referente en esta segunda década del milenio por su carácter abierto, su fraternal acogida y una pulidísima selección musical que a nadie deja indiferente. A pesar de las dificultades que ha planteado la pandemia, Disco Jaguar ha superado los obstáculos obvios que implican el mantener un local dedicado al entretenimiento nocturno y ahora regresa con una fiesta biosegura con Ghetto Kumbé. Más de un año las puertas de la discoteca icónica estuvieron cerradas en su totalidad. Al igual que todos los bares y salas de concierto de Colombia y la capital, Disco Jaguar hubo de reinventarse para esta coyuntura cultural que esperamos pase pronto. Mientras tanto, sin embargo, la discoteca ha adecuado sus instalaciones teniendo en cuenta todos los protocolos de bioseguridad, implementando un sistema de ventilación y extracción de aire en todo el lugar y limitando su aforo regular para unos cuantos afortunados. En estos meses la administración de Disco Jaguar ha buscado la manera más segura de mantener a flote un espacio que ya se ha convertido en un ícono de la cultura nocturna capitalina y, antes que acelerarse, trabajó con paciencia para ofrecer la mejor alternativa y seguridad a su asistencia. |
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